Juegos de postura y equilibrio para niños

Lorena
Lorena

Potenciar el equilibrio en niños es de vital importancia para un correcto desarrollo del infante, y hay edades que son críticas para ejercitar tanto este como la postura. Como es bien sabido, la forma más fácil y eficaz de conseguir que los niños ejerciten estas cualidades es introduciéndolas mediante el juego, por lo que en este artículo te traigo los mejores juegos de postura y equilibrio para niños entre 4 y 6 años. Son divertidos, útiles y entretenidos, por lo que podrás organizar toda una jornada de juegos con los más pequeños mientras desarrollan su coordinación, ¡atiende!

Juegos de equilibrio para niños de 4 a 5 años

Entre los 4 y los 5 años los niños ya van adquiriendo mucha más independencia en el movimiento. Cada niño es un mundo y, aunque por norma general comienzan a andar poco antes del año o entre el año y el año y medio, no cabe duda de que conseguir un equilibrio perfecto y un control total de su cuerpo son dos habilidades que tardan mucho más tiempo en llegar. Es por esto por lo que jugar a juegos que mejoren la postura y el equilibrio del niño durante estas edades es tan importante. He aquí tres juegos divertidos y útiles para que los niños de esta edad mejoren su coordinación:

Juego de la momia o estatua

Se trata de un juego extraordinariamente sencillo pero también muy divertido, con el que además los niños suelen partirse de risa. Consiste en poner música e ir bailando, trotando o haciendo movimientos raros por toda la habitación, de modo que cuando la música pare tengan que mantener la misma postura en la que se han quedado hasta que vuelva a sonar. De este modo, por ejemplo, si se han quedado a la pata coja, o en una postura con los pies muy abiertos, o de forma que los brazos podrían desequilibrar el resto del cuerpo, practican de forma divertida cómo mantenerse quietos.

El juego de la tiza

El juego de la tiza es un juego parecido a la Rayuela. Consiste en dibujar una estructura con tiza en el suelo de modo que los niños tengan que ir saltando a la pata coja entre un recuadro y otro. La tiza debe lanzarse a uno de los recuadros y el niño deberá recorrer a la pata coja el camino hasta llegar al espacio en el que se encuentra. El ejercicio de equilibrio radica aquí, pues una vez llegue hasta ella el niño deberá agacharse y recogerla permaneciendo a la pata coja, lo que les ayudará a mantener el equilibrio sobre un solo pie.

Camino de almohadas

Un juego perfecto para los más pequeños de la casa, pues se lo pasarán genial. Consiste en hacer un recorrido en casa compuesto de almohadas y cojines, que vaya de un sitio a otro. Lo ideal es contar con un objetivo al final del camino para que el niño esté motivado para recorrerlo. El quid del juego consiste en que el niño deberá caminar por la superficie inestable (los almohadones, que son más blandos y se deforman con el peso) sin caerse hasta llegar al otro extremo del camino.

Juegos de equilibrio para niños de 5 a 6 años

Entre los 5 y los 6 años sigue siendo importante ejercitar nociones de coordinación como es la postura y el equilibrio, por lo que hay juegos más orientados a estas edades que un niño más pequeño podría encontrar más complicados,

El juego de la bailarina

Los papás pueden participar en este juego, lo que hará que el niño tenga más ganas de participar en él. De hecho, en esta entretenida actividad lo ideal es que los padres ejerzan del ejemplo a seguir, y si quieres hacerlo todavía más divertido podéis confeccionar tutús para que los niños realmente sientan que están ejecutando el papel de una bailarina de ballet. El juego de la bailarina, también conocido como el juego de la grulla, consiste en unir los brazos con los dedos por encima de nuestra cabeza, como lo haría una bailarina, mientras se apoya el pie derecho en la rodilla izquierda (luego viceversa). Esto implica mantener el equilibrio sobre un solo pie sin el apoyo de los brazos, y pueden practicarse otras posturas de baile para que el niño se lo pase mejor.

Circuito de agua

La actividad perfecta para realizarla en verano, y puede llevarse a cabo sin problema en cualquier parque, si no dispones de un espacio exterior en casa. Lo único que tienes que hacer es situar dos cubos en los extremos del recorrido, uno lleno de agua y otro vacío, y luego situar una serie de obstáculos en ese recorrido para que los niños tengan que sortearlos. El objetivo final del niño será llenar un vaso con agua en el primer cubo y llevarlo entero hasta el otro cubo, vaciándolo, para al final volcar todo el contenido del primer cubo en el segundo sin derramarlo por el camino.

Caminar sobre cuerda

Dependiendo de la dificultad que quieras añadir a este juego, puedes situar la cuarta pegada al suelo o elevarla ligeramente atándola en algún poste o árbol que puedas anclar en el terreno. Se trata de un juego entretenido que de hecho la mayoría de niños practicará cuando crezca un poco más con el filo de las aceras, pero es una forma de ir introduciéndoles en un juego de equilibrio clásico. Consiste en crear un sendero o recorrido con una cuerda fina en el suelo, si te animas incluso un par de centímetros por encima de la superficie, y que el niño la recorra poniendo un pie delante de otro y sin salirse de ella. Si se cae o pisa fuera de la cuerda al perder el equilibrio, debe volver a empezar.

¿Qué son las tablas de equilibrio para niños?

Otra forma de ejercitar el equilibrio en niños es recurrir a elementos tan útiles como las tablas de equilibrio para niños. Hay también tablas de equilibrio para adultos que de hecho son muy útiles para practicar posturas y equilibrio en deportes acuáticos como el surf, si bien no son iguales ni tienen el mismo objetivo. Las tablas de equilibrio para niños son tablas de madera curvas en las que el niño podrá experimentar sus propias nociones de equilibrio al situarse encima y ver que, dependiendo de la posición y del movimiento que realice, la tabla se moverá de un modo u otro, lo que desafiará su propio equilibrio. Puedes obtener más información sobre los beneficios de las tablas curvas para niños en Juguear, así como cómo funcionan.

Las tablas de equilibrio para niños no son ninguna invención moderna, de hecho existen desde hace mucho tiempo y son muy positivas para el correcto desarrollo de los niños, por no decir que es una fuente de entretenimiento independiente, lo cual siempre viene bien. Disponer de una tabla de equilibrio contribuye no solo a mejorar el equilibrio sino también la motricidad global, la seguridad del niño y también su autoestima. Es una forma muy intuitiva de aprender a redistribuir su peso para conseguir una postura estable sobre la tabla, en tanto que esta se moverá en función de cómo se sitúe el niño.

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